El sexo anal ha formado parte de la vida de los seres humanos desde hace milenios. De hecho, algunas de las obras de arte más antiguas del mundo representan el sexo anal. Algo que no debería sorprender a nadie, ya que los humanos siempre hemos sentido curiosidad por introducirnos objetos por el trasero. Por fortuna, con el paso de los siglos las personas hemos desarrollado múltiples formas de introducir cosas en el trasero de manera segura. Por ejemplo, los consoladores o vibradores anales. Dispositivos con los que llevar a cabo la estimulación del ano sin poner en riesgo nuestra salud. Asimismo, durante las últimas décadas hemos sido testigos de un boom sin precedentes en la industria de juguetes sexuales para el trasero. Si antes solo podíamos adquirir tapones anales, ahora el mercado nos brinda la posibilidad de comprar todo tipo de artículos para el placer anal: estimuladores de ano, estimuladores de próstata, bolas chinas, bolas tailandelas, dilatadores... Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? En este artículo, vamos a analizar el inicio, la evolución y el presente, de los juguetes sexuales para el ano.
El ser humano ha tratado de poner objetos en su trasero para sentir placer desde tiempos inmemoriales. Se estima que los seres humanos del Paleolítico Superior fueron los primeros en utilizar consoladores para el trasero. Estos primeros juguetes para el culo estaban hechos en piedra, madera, hueso o marfil, y tenían una forma de pene lo suficientemente firme como para ser utilizados en la estimulación anal. De hecho, los científicos creen que el falo encontrado en la cueva de Hohle Fels (Alemania) es una clara evidencia de que nuestros antepasados utilizaban consoladores rudimentarios para la práctica del sexo anal. Posteriormente, se han descubierto numerosas referencias al uso de juguetes sexuales para el trasero por el hombre.
En el Antiguo Egipto se encontraron pinturas que representaban objetos en forma de pene para el sexo anal. Los arqueólogos han encontrado muchas obras de arte de la Grecia Antigua y Roma que muestran también dispositivos en forma de falo para el sexo anal. Durante el medievo, en Italia se sabe que se empleaban consoladores de cuero y piedra para el placer anal. Los consoladores también aparecieron en China y Japón a lo largo de los siglos XVII y XVIII en la literatura erótica. Por ejemplo, en las novelas eróticas del género Shunga japones, se muestran a mujeres comprando consoladores hechos en cuero de búfalo con mucho entusiasmo. En la actualidad, los dispositivos para el placer anal están en todas partes: en tiendas virtuales, tiendas físicas, artículos sobre sexualidad, en las películas para adultos, en las webcams porno... Definitivamente, los juguetes anales han sido y serán parte de la vida humana siempre.
Pese a lo dicho hasta ahora, lo cierto es que el uso de juguetes anales en épocas anteriores casi siempre solía acaban mal. Muchas personas tuvieron que requerir intervenciones médicas por introducirse objetos no aptos en su trasero. Por esta razón, los primeros juguetes anales documentados como seguros fueron los tapones anales ideados por el doctor Young en 1893. No obstante, estos objetos se vendieron como dilatadores de ano para curar diferentes dolencias, no como juguetes anales propiamente dichos. Los plugs anales de Dr. Young, supuestamente, podían tratar el estreñimiento, la anemia, el acné, el insomnio o incluso el mal aliento. Con el paso del tiempo, quedo evidente que estos dilatadores no podían curar las dolencias que afirmaba su inventor. Se trataba de una estafa sin más. Finalmente, las autoridades estadounidenses cerraron la empresa de Young e incautaron todos los juguetes anales. Sin embargo, quedo claro para el futuro que los tapones anales o dilatares de este señor eran ideales para el sexo anal.
Durante los siguientes 50 años, hasta más o menos la década de los años 60 del siglo pasado, se prohibió la venta de cualquier tipo de dispositivo anal similar a los tapones o dilatadores del doctor Young en Estados Unidos y Europa. Con la liberación sexual acaecida en Occidente a partir de los 60 y la popularización del cine adulto y el erotismo, los tapones anales de Young volvieron a comercializarse. Ahora se venderían a través de tiendas sexuales o por correo, sin afirmaciones dudosas para la salud. Tan solo se declaró que eran juguetes para el sexo anal. A partir de este momento, nacieron los tapones anales tal y como los conocemos en la actualidad. Juguetes sexuales con base acampanada y elaborados en diferentes tamaños, formas o nuevos materiales (acero, aluminio, silicona, vidrio)... Poco después, esta industria presento los primeros tapones y/o consoladores anales con el modo vibración. Pero esto solo era el comienzo... ¡Faltaba mucho para que estos artículos de placer fueran los protagonistas en muchas películas XXX o webcams porno!
Conforme los tapones anales comenzaron a usarse de forma masiva, los fabricantes enfocaron su diseño en algo más allá de la penetración y la vibración directas. Nos referimos a los tapones anales con función expansible, los cuales vieron la luz por primera vez en la década de los setenta. Al expandirse dentro del ano, estos artículos de placer anal tan estimulantes se volvieron muy codiciados entre la población. Sin embargo, ahí no quedo la cosa. En la actualidad, la industria de juguetes anales nos ofrece un repertorio de posibilidades casi infinito. Hay dispositivos anales extremadamente largos, diseñados para expandirse dentro del recto, tapones pesados o ligeros, consoladores de acero o de silicona...
Aunque los tapones anales siguen siendo el producto estrella para el sexo anal, la industria ha lanzado todo tipo de artículos para el placer vía rectal. Otros juguetes anales populares incluyen: vibradores con ventosa, vibradores conejito (estimulan ano y vagina simultáneamente), cadenas anales, lavativas anales, fundas anales o arneses con dildos anales. Todos estos dispositivos se caracterizan por la innovación constante y el uso de la última tecnología en su diseño y fabricación. Por estas razones, se han convertido en protagonistas en la industria adulta. Desde películas triple X para fanáticos del sexo anal hasta chats de webcams porno especializados en el placer por el trasero.
Para los hombres, la industria de juguetes anales también ha inventado un dispositivo muy codiciado. Hablamos de los archiconocidos estimuladores de próstata. Estos objetos están diseñados para estimular la próstata. Esta área del cuerpo masculino contiene muchísimas terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación suele generar mucho placer. Si bien hay hombres que no sientes placer en esta zona, la mayoría del género masculino reporta orgasmo mucho más intensos gracias al estímulo de la misma. Los estimuladores o masajeadores de próstata son ideales para este tipo de sexo anal. Como sucede con otros juguetes anales, el mercado nos ofrece estimuladores de próstata en diferentes tamaños, formas y materiales. También incluyen funciones como vibración por control remoto o anillo para el pene.
Al igual que con el resto de dispositivos para el pacer sexual, los juguetes anales se encuentran en constante evolución. Algo que no debería sorprendernos. Al fin y al cabo, vemos productos en esta industria que hace 10 años nos parecerían imposibles o una simple fantasía. A medida que los fabricantes continúan innovando y desarrollando nuevos dispositivos, vemos como los juguetes anales están alcanzando una demanda nunca antes vista. Ahora, están presentes en todas partes. En los hogares de millones de personas en todo el mundo, en las películas porno de todo tipo, en las webcams porno, en las líneas eróticas.... Una tendencia que seguirá produciéndose en el futuro.