No importa la sociedad a la que haga referencia, todas tienen alguna actividad que consideran menos respetable. Hay sociedades donde las viejas costumbres se consideran un tabú, en otras las prácticas religiosas están vistas de mal gusto. En la época actual, sin embargo, la mayoría de las actividades “mal vistas” tienen que ver con la sexualidad. Concretamente, con todas aquellas profesiones relacionadas con el sexo. Desde la prostitución hasta la industria del cine XXX, pasando por los chats porno, la sociedad no ve con buenos ojos que haya personas que se ganen la vida de esta manera. No obstante, durante los últimos años esta percepción llena de prejuicios está cambiando. A juzgar por cómo evoluciona la sociedad –en especial, Occidente- esta apreciación seguirá cambiado a mejor durante mucho más tiempo.
Los chats porno son la industria para adultos que más adeptos y que mejor está siendo apreciada por la población. Hace solo diez años, una modelo que trabajase en este sector probablemente habría mantenido en secreto su profesión. Al fin y al cabo, se considera un trabajo sexual y, como ocurre con todas estas profesiones, la modelo podría enfrentarse a una discriminación social y laboral. Por desgracia, este tipo de prejuicios siguen siendo muy habituales dentro de este servicio erótico. Sin embargo, las mujeres de esta clase de plataformas han dado un paso al frente, ya no se avergüenzan de ello. Por el contrario, se enfocan en el hecho de que trabajando en los chats porno consiguen un suelo que les permite llevar una vida tranquila, ser sus propias jefas y satisfacer sus necesidades sexuales. Un conjunto de virtuales, las que les ofrecen las webcam a las modelos, que sus compañeros de otras profesiones sexuales no pueden alardear.
Por este tipo de razones, gran parte de las chicas, transexuales y parejas que deciden dedicarse a esta profesión no lo hacen como último recurso. En realidad toman este camino profesional porque les puede ser muy rentable a la par que cómodo. Sin embargo, la gente todavía sigue viendo con recelo esta clase de negocios. No obstante, y como ya se ha indicado, los chats eróticos están labrándose poco a poco una buena reputación entre la sociedad actual.
¿Por qué la gente está cambiando su opinión hacia esta industria?
En primer lugar, el público está viendo cada vez con mejores ojos las webcams XXX porque se trata de una industria muy diferente a la de la prostitución o la del porno convencional. Las modelos de los chats eróticos en ningún momento mantienen relaciones sexuales con sus clientes. Algo que sí ocurre tanto con la prostitución como con el cine para adultos. Se trata de una interacción sexual a distancia, ni más ni menos. En segundo lugar, los chats porno hacen sentirse independientes y empoderadas a las webcamers. En esta clase de plataformas, aunque los clientes hagan sus peticiones, son las modelos quienes deciden cumplir o no esas demandas. Resumiendo, mientras que, por ejemplo, en el cine para adultos las actrices suelen ser degradas, en las webcams XXX las chicas pueden tomar el control de su vida profesional.
Aunque estos son los dos factores principales, hay más motivos por los que se está produciendo este cambio en la forma de ver esta profesión. Sin ir más lejos, durante la última década gran parte de la sociedad ha cambiado su manera de apreciar los desnudos integrales. Por supuesto, también los desnudos en línea. La ropa y lencería erótica que a principios del siglo pasado hubieran provocado un auténtico escándalo social, son ahora algunos de los atuendos más de moda entre la población. Por ejemplo, durante eventos del cine XXX como los Premios AVN, resulta bastante común que las actrices luzcan en ropa interior o lencería. Y es que dejando lucir su exuberante figura física, se sienten bien consigo mismas. Algo que también pasa en los chats porno. Las modelos de estas plataformas se sienten muy felices siendo el centro de atención de las miradas más lascivas.
Las modelos no engañan a los clientes
Otro de los motivos por los que las webcams XXX no han sido suficientemente apreciadas por la población se debe a una invención falsa. Según el mito, las modelos de los chats porno están en esta profesión en busca de enamorar a alguien que les pueda ofrecer una vida mejor. Una vida llena de lujos o, al menos, solvencia económica. Lo que viene ser siendo una novia “florero”. Sin embargo, se trata de una opción totalmente obsoleta. Si bien es cierto que algunas modelos buscan enamorar a alguien para que les dé una vida mejor, estás son una cantidad ínfima en las plataformas. Cómo ya se ha indicado, las mujeres, hombres y parejas, que trabajan como modelos por webcam, en su mayoría, señalan que se trata de una experiencia positiva. Una oportunidad laboral magnifica. Por lo que aseguran que no tienen la intención de dejarlo a corto plazo. Muchos menos para ser la pareja a “tiempo completo” de otra persona.
Casi la totalidad de las chicas de los chats porno no están interesadas en dejar sus lucrativos trabajos, mucho menos sus vidas atrás. A pesar de todos estos factores, todavía sigue habiendo muchas personas que se oponen a este tipo de servicios sexuales. Y es que mientras siga habiendo gente con complejos o prejuicios hacia el sexo, habrá quien siga mirando con malos ojos las webcams XXX. Pero, como se ha indicado, esta actitud está siendo lentamente reemplazada por una mejor percepción de los trabajos sexuales. Cada vez más personas se dan cuenta de que la industria de los chats porno ha mejorado muchísimo, se ha profesionalizado. Por ello se están dando cuenta que deben cambiar su punto de vista hacia este negocio. Un cambio que, por suerte, ya se está produciendo.