El protagonista del último escándalo vivido en el mundo de deporte es Aaron Smith, una de las estrellas del equipo de rugby All Blacks. Este fue descubierto practicando sexo con una joven en un baño de minusválidos del aeropuerto de la ciudad neozelandesa de Christchurch, motivo por el que ha sido sancionado en la selección durante un partido.
Este hecho ocurrió en Christchurch el pasado mes, tras el triunfo de Nueva Zelanda ante Sudáfrica (41-13) en la cuarta jornada del Rugby Championship, el torneo que reúne a los cinco mejores equipos del Hemisferio Sur.
Según algunos testigos, la pareja escandalizó a los demás viajeros del aeropuerto debido a los gemidos que emitían, todo ello mientras el jugador formaba parte de la expedición oficial de los All Blacks. Los viajeros que se encontraban alrededor los fotografiaron a través de sus teléfonos móviles cuando salieron del servicio, en el que habían permanecido unos diez minutos. Todo ello ocurrió un domingo, a las dos del mediodía y con el aeropuerto repleto de niños a su alrededor.
Esto, además, ha causado un gran revuelo ya que él está casado con la que es la madre de sus hijos. El jugador pidió a los directivos volver a su casa para poder resolver “asuntos personales”.
Por ello, el seleccionador del equipo ha sancionado al jugador. Steve Tew, director general de la Federación, ha comentado que este episodio viola las normas de buena conducta del equipo: “fue una mala decisión de Aaron que salpica de forma negativa su imagen y la de su equipo”.
Aaron Smith, de 27 años, debutó con la selección en 2012 y desde su aparición tiene 54 partidos internacionales a sus espaldas, de los que 52 han sido como titular. Tras su regreso, el jugador deberá comparecer en una comisión de investigación para aclarar todo lo sucedido.
A pesar de ello ha pedido disculpas ante los medios: “Cometí un gran error de juicio. Mi comportamiento es inaceptable. Solo intento volver a casa para lidiar con esto. Quiero pedir perdón a mi pareja, Teagan, a su familia y a la mía. También lo siento por mis compañeros y por los aficionados de Nueva Zelanda”.